Argentina continúa avanzando en la puesta a punto del proyecto Tronador II, el primer lanzador de satélites de Latinoamérica, ubicado en la ciudad bonaerense de Bahía Blanca. El mismo permitirá poner en órbita satélites de entre 500 y 750 kg a una distancia de hasta 600 km de la Tierra, teniendo una fecha de inauguración cercana al año 2029.
En ese sentido, el mes pasado, se realizaron pruebas para la puesta a punto de los motores que servirán como lanzadores en la plataforma. Al respecto, el gerente de acceso al espacio de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), Daniel Rocca, dialogó con Frecuencia DLR (Radio La Plata FM 90.9), donde comentó los alcances de esta medida.
“En materia de tecnología estratégica podemos citar el caso de la energía nuclear como también de radares que posicionaron a la Argentina en un grupo selecto, y el lanzador nos ubica geopolíticamente en una posición privilegiada y nos da la capacidad propia de acceder al espacio; contribuye a la soberanía; es una tecnología estratégica, pero viene a cubrir una necesidad que tiene que ver con el plan espacial nacional y vamos a poder brindar servicios a terceros que lo requieran”, explicó Rocca.
Además hizo hincapié en que el proyecto permitirá generar más y mejores puestos de trabajo, teniendo en cuenta que “de momento, tenemos alrededor de 150 puestos directos y 250 se completan indirectamente, relacionado con lo que son empresas, no solamente del ámbito estatal”.
Cabe destacar que entre el 2022 y el 2023, con el ensayo realizado este martes, se llevaron a cabo un total de 28 jornadas de ensayos de motor realizadas entre el banco de ensayos ubicado en el Centro Espacial Teófilo Tabanera de la CONAE y los ejecutados en la empresa Valthe.
El Tronador incluye a la empresa VENG como principal contratista, a la que se suman la contratación de más de 50 empresas nacionales e instituciones públicas del sistema nacional de ciencia y tecnología argentino, como la Universidad Nacional de la Plata y la Universidad Nacional de Mar del Plata, y pymes de base tecnológica, como la empresa Valthe Ingeniería, FAdeA, Inoxpla, 2G Composites, INTEMA o Kohlenia.