La mañana del 10 de mayo un tren con pasajeros de la línea San Martín salió de Retiro con destino a Pilar, pero apenas unas paradas más tarde chocó contra otra formación vacía. El incidente fue en el barrio porteño de Palermo, a la altura del puente que atraviesa las avenidas Figueroa Alcorta y Dorrego. Si bien no se reportaron víctimas fatales, al menos 90 personas fueron asistidas en el lugar y más de la mitad debieron ser hospitalizadas por distintas lesiones.
Los gremios Unión Ferroviaria, APDFA (Ferroportuarios) y ASFA (Señaleros) emitieron un comunicado conjunto en solidaridad con los usuarios y trabajadores heridos. Ratificaron que para garantizar la seguridad es “indispensable re-adecuar recursos” frente al estado de emergencia de gran parte del material rodante.
Por su parte, el Secretario General del gremio La Fraternidad, Omar Maturano denunció que el sistema de señalización no estaba funcionando a causa de un robo de cables. Lo cierto es que el choque tuvo un único motivo: un error humano condicionado por cinco meses de gestión sin inversión. Sin cables que permitan un circuito señalético automático, un trabajador autorizó manualmente la circulación al tren con pasajeros cuando la vía estaba ocupada por una locomotora, que al encontrarse la embistió.
Pero el problema es mayor: la misma mañana del viernes 10, la pantalla gigante de Plaza Constitución -en la que se informan las salidas de los trenes- tenía la mitad de las formaciones canceladas o reprogramadas. “Estamos con el presupuesto de 2023, lo que significa, a esta altura del año, un 60% de recorte presupuestario. No hay repuestos y la infraestructura se va cayendo poco a poco. Estamos trabajando con un 70% de la capacidad total de la empresa, por eso las cancelaciones y los servicios casi interrumpidos”, afirmó Maturano en el programa Frecuencia DLR.
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Ferrocarriles Argentinos: ¿Ramal directo hacia la privatización?
Ferrocarriles Argentinos es la empresa que se encarga de brindar en todo el territorio nacional el servicio de transporte vía férrea de pasajeros y de carga, sumado a otras cinco empresas ferroviarias dependientes del Estado -Playas Ferroviarias de Buenos Aires, Desarrollo del Capital Humano Ferroviario, Belgrano Cargas, Administración de Infraestructuras Ferroviarias S.E y la Operadora Ferroviaria-, que son fundamentales para el desarrollo federal y soberano del transporte de pasajeros y de carga, y para abaratar los costos del transporte de mercaderías y aliviar las rutas de camiones.
“Hay una política para socavar la empresa”, aseguró el Secretario General de La Fraternidad. En un contexto en el que se profundizan los discursos pro-privatizaciones se asoman, y son reforzados con expresiones “anti Estado”. Mientras tanto, las viejas recetas de privatización y venta de las empresas como ‘joyas de la abuela’ parecen volver a asomarse. Algo que ya fue probado por el ex presidente Carlos Saúl Menem en los 90’, no sin antes desmantelarlas para facilitar la venta.
Los pasos para ejecutar la privatización ya están predeterminados: Primero viene el desfinanciamiento, seguido de despidos, y por lo tanto de un mal funcionamiento respaldado por expresiones discursivas llenas de desprecio en donde la excusa es la reducción del déficit fiscal.
Sin embargo desde La Fraternidad están más que seguros: “Vamos a oponernos a que se privatice”, sostuvo. Sin embargo, afirma que no van a estar en contra de que se concesione. “Nosotros aceptamos al capital privado, humanizado, que ponga la plata y levante la empresa. Si viene un empresario a hacer inversiones, traer locomotoras, infraestructura, vías nuevas. Queremos una empresa floreciente, no una que se va cayendo hasta no poder prestar servicio”.
En contraste, durante el 2023, desde la Dirección de la empresa estatal se comenzó a hablar de una Reparación histórica ferroviaria, que garantizaría una importante inversión para levantar todo lo echado a perder durante la privatización de los 90. Sin embargo, con la llegada de Javier Milei al gobierno, estos programas quedaron paralizados. “No hay reparación histórica con estos reprogramadores de la política”, aseguró Maturano.
La decisión de La Fraternidad es contundente: “los trenes deben seguir siendo públicos”, pero también se debe viajar mejor. Por eso, “hay que innovar con la nueva tecnología”, aseguró Maturano. En relación a lo gremial, “es necesario incorporar jóvenes y renovar los convenios colectivos de trabajo”, finalizó el dirigente.
Jornada de Protesta de La Fraternidad
la militancia Fraternal repartiendo volantes a trabajadores y usuarios, para que la gente sepa los motivos que nos llevan a tomar estas
medidas
– FALTA DE INVERSIÓN EN MATERIAL RODANTE E INFRAESTRUCTURA FERROVIARIA
– RECOMPOSICIÓN SALARIAl pic.twitter.com/eyw6vW0T0r— La Fraternidad (@FraternidadArg) May 31, 2024