Durante el primer cuatrimestre de 2025, la importación de productos alimenticios se disparó, a partir de decretos y medidas de apertura comercial impulsadas por el gobierno de Javier Milei. Lejos de traducirse en una baja de precios al consumidor, muchos alimentos muestran grandes aumentos, acompañados de una creciente crisis en sectores productivos de todo el país.
En enero de este año, el gobierno nacional firmó el Decreto 35/2025, que modificó el Código Alimentario Argentino (CAA) para facilitar la importación de alimentos y envases desde otros países. Esta desregulación, definida por Federico Sturzenegger como ‘revolucionaria’ libera ciertos controles técnicos y trámites que el CAA exigía en pos de resguardar y controlar los productos que llegan a góndola.
En ese momento, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado aseguró que la medida se traduciría en alimentos más baratos para los argentinos. Sin embargo, cuatro meses después, esto no es exactamente lo que ocurrió.
¿Argentina importando carne?
Un informe presentado por el Centro de Estudios por la Soberanía Popular (CESOP) analiza los efectos concretos de esta desregulación y demuestra que, a pesar del fuerte aumento en las cantidades importadas, todos los alimentos relevados subieron de precio entre el primer cuatrimestre de 2024 y 2025.
Productos tales como la carne, la manteca, el limón, la yerba mate -todos con una producción local consolidada- se han incrementado significativamente en importación en el último año. Veamos en detalle:
La calidad de la carne argentina es mundialmente reconocida. Sin embargo, en 2025, Argentina llegó al punto de importar cortes populares, como el asado. El Instituto para el Desarrollo Agroindustrial, informó que actualmente las importaciones de carne vacuna alcanzan las 1.200 toneladas mensuales, mientras que en el sector porcino ya se importan 5.700 toneladas al mes.
Según CESOP, en el último año la importación de carne vacuna (nalga) aumentó un 2.091%. Lo mismo ocurre con productos como la manteca y la yerba mate, cuyas importaciones crecieron un 1.225% y 580%, respectivamente.
Además, entre los productos que más crecieron se destacan las zanahorias (con un aumento del 2.182%), importadas principalmente desde Brasil, y el limón (un aumento del 2.013%). También se registra un alza de importación del 562% para el tomate envasado.
No obstante, la apertura comercial no se tradujo a precios más bajos. Las zanahorias aumentaron en el último año un 41,99% y el limón un 108,64%. La carne vacuna subió un 62,97%, la manteca un 42%, la yerba un 9% y el tomate envasado un 27%.

Impacto en la producción y el trabajo
Estos aumentos de precios se dan incluso en un contexto de fuerte recesión del consumo y caída de ventas. Además, esta política afecta directamente los mercados de producción y las economías regionales.
Según los gremios del sector de la carne y derivados, al menos 120 trabajadores fueron despedidos en 2025, como consecuencia del desplome del consumo interno y la baja de las exportaciones. Mientras tanto, en la zona sur de Mendoza, productores de tomate declararon que esta última temporada tuvieron que desechar toneladas de tomate, al no poder competir con los tomates importados.
En Río Negro, los productores del valle, denuncian que los precios se mantien congelados respecto a la temporada anterior, lo que reduce notablemente su poder adquisitivo. En Misiones, por su parte, los trabajadores de la yerba mate cobran con cheques a 60/90 días.
“En consecuencia, podemos afirmar que el actual plan económico no solo ha sido ineficaz para contener el alza de los precios de los alimentos, sino que además comienza a generar un daño estructural en el entramado productivo nuestro país”, informó CESOP.
De este modo, mientras crecen las importaciones, se debilita la producción local y se precariza el empleo en sectores clave para la soberanía alimentaria de nuestro país.