La primera pregunta que surge ante esta idea es: ¿Cómo un territorio que no tiene yacimientos de extracción de petróleo puede ser considerada una provincia petrolera?. Y la respuesta radica en la capacidad instalada que tiene la provincia de Buenos Aires en materia de industria hidrocarburífera.
Hace unas semanas la empresa Oiltanking anunció una inversión de 500 millones de dólares en el Puerto Rosales, ubicado en Punta Alta. Allí la Empresa ya se encarga de operar las instalaciones de almacenamiento de crudo en las playas de tanques, y con esta inversión, no solo fortalecerá las capacidades del puerto, sino que también contribuirá a consolidar la cadena de valor de la industria petrolera en la región.
Las obras de ampliación, conocidas como proyecto Otamérica, iniciaron en marzo del año pasado y están diseñadas para incrementar en un 50% la capacidad del puerto. Gracias a estas obras, se estima que Puerto Rosales estará en condiciones de exportar hasta 310 mil barriles de crudo diarios. Esto representa una significativa oportunidad económica, ya que el aumento en la capacidad de exportación podría traducirse en ingresos de hasta 8.000 millones de dólares anuales para el país.
Actualmente, el proyecto Otamérica se encuentra en su primera etapa, la cual incluye la construcción de dos tanques de almacenamiento, una estación de bombeo, una subestación eléctrica y un nuevo muelle. La finalización de esta fase es un paso importante hacia el objetivo de fortalecer la infraestructura portuaria y la capacidad exportadora de Argentina, situando al país en una posición destacada dentro del mercado energético global.
A esto se suma que actualmente los polos industriales ubicados en Campana, Ensenada-Berisso y Bahía Blanca, consolidan uno de los nodos petroquímicos más importantes de toda sudamérica. De hecho, en la Localidad bahiense estuvo a punto de instalarse la planta de tratamiento para el Gas Natural Licuado, que iba a contar con la inversión de la petrolera malaya Petronas, y que finalmente fue trasladada a Punta Colorada (Río Negro), sin tener mayores precisiones de cuando iniciará la obra.
Sobre esto último existe una nueva posibilidad de que finalmente se lleve a cabo una planta de procesamiento de Gas Natural Licuado (GNL) en el Puerto, en el mismo predio que previamente había sido ocupado por Petronas.
La inversión la podría llevar a cabo Tecpetrol, la petrolera de Techint, como posible inversor. Este plan, que se proyecta en hasta 40 mil millones de dólares, busca fortalecer la capacidad exportadora y operativa de la región, especialmente en el procesamiento de gas natural proveniente de Vaca Muerta, en un contexto de creciente demanda energética
Aquí se presenta una situación particular: Horacio Marín, CEO de Tecpetrol hasta hace poco, ha asumido recientemente la presidencia de YPF, lo cual genera posibles conflictos de interés dado su nuevo rol en la toma de decisiones para proyectos de YPF en colaboración con Tecpetrol. Esto ha añadido un matiz complejo a la competencia entre las provincias por acoger la planta de GNL, ya que Bahía Blanca se está esforzando para mejorar sus condiciones impositivas y así posicionarse como un centro logístico y portuario preferente en el país.