Campamento Tierra Libre: respuestas indígenas frente al colapso

La semana pasada se realizó en Brasil el Campamento Tierra Libre. La movilización indígena más grande del mundo, ocupó durante cuatro días las calles de Brasilia bajo la consigna “La respuesta somos nosotros” ¿Qué tenemos para aprender?

La cuestión del “Fin del Mundo” pareciera ser hoy en día un tema bastante normalizado en nuestra vida contemporánea. Los escenarios de crisis climáticas, políticas, económicas, bélicas y sanitarias que atravesamos en los tiempos que vivimos llegan acompañados de una proliferación de producciones políticas, organizativas, culturales y artísticas que intentan imaginar, proponer y construir un mundo viable y deseable. 

Documentales de National Geographic, hilos de Twitter, videojuegos, reuniones científicas, blogs, congresos internacionales, cumbres mundiales. Películas y series como Mad Max, The Last of Us, Don´t Look Up, o El Día Después de Mañana, intentan pensar cómo sería aquel mundo acabado o a punto de acabarse, y las tramas siempre giran alrededor de lo mismo: Catástrofes naturales, pandemias, guerras nucleares, eventos astronómicos, profecías mayas, invasiones alienígenas, tecnologías descontroladas, entre tantas otras cosas locas y no tan locas.

Lo interesante de estas narrativas hollywoodenses, es que de ellas emana una idea de “salvar el mundo”, una fantasía de superhéroe que tiene la misión y la posibilidad de salvar el planeta. La ecuación siempre es la misma: salvar el mundo significa salvar la humanidad ¿Son acaso la misma cosa? 

Recordando la antigua maldición china, se puede decir que realmente vivimos tiempos interesantes. La aceleración descontrolada puede ser vista como una de las características más importantes de esta época: Auges de gobiernos de extrema derecha, conflictos bélicos en todas las latitudes, catástrofes climáticas por doquier, aumento de la temperatura de los océanos, contaminación en exceso, pérdida de biodiversidad. Nunca antes para nosotros un “Fin del mundo” había estado objetivamente tan cerca.

Sin embargo, la verdad es que a lo largo de la historia de la humanidad ya hemos pasado por algún que otro “Fin del Mundo”. Sin ir más lejos, los pueblos originarios de América hace 500 años vieron a su mundo acabarse, y sin embargo ellos siguen aquí caminando. Se nos vuelve necesario recordar las palabras de Donna Haraway y comprender que los pueblos amerindios, que se han negado a darse por finalizados, fin del mundo tras fin del mundo, tienen algo que decirnos sobre la necesaria subsistencia del futuro.

La respuesta somos nosotros

La semana pasada, del 7 al 10 de abril, se realizó en Brasil el Acampamento Terra Livre (ATL), un evento que organizan, desde 2004, los Pueblos Indígenas de Brasil (APIB). Este año, con la consigna de “La respuesta somos nosotros”, más de 8.000 indígenas se movilizaron a participar de un acampe masivo frente a los edificios institucionales de Brasilia en defensa de sus derechos ancestrales.

Foto: Renan Belmiro

El evento reúne a representantes y grupos pertenecientes a, al menos, 135 etnias de diferentes territorios de la amazonia brasileña, ecuatoriana y colombiana. En una carta oficial expresaron: “Celebramos los 20 años de la Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil (APIB), como un organismo nacional de articulación y referencia del movimiento indígena”, y continuaron: “APIB y ATL se han convertido en expresiones vivas de movilización y resistencia en la lucha por los derechos fundamentales consagrados en la Constitución Federal de 1988”.

La carta, la organización remarcó: “En un escenario global y nacional marcado por el avance de la extrema derecha y por los ataques sistemáticos a nuestros derechos, reafirmamos la importancia de la resistencia y de la lucha colectiva. Fue con esta que logramos conquistas históricas”. La movilización pone énfasis en defender los principios democráticos y los derechos constitucionales indígenas, tales como el derecho originario al territorio, a la autodeterminación y gobernanza, a la identidad y a la cultura, así como políticas públicas para la salud y la educación indígenas. A su vez que reivindica la presencia de funcionarios indígenas en altos cargos del gobierno de Lula, como en el  el Ministerio de los Pueblos Indígenas (MPI), la Fundación Nacional de los Pueblos Indígenas (FUNAI) y la Secretaría Especial de Salud Indígena (SESAI).

Además, esta manifestación se centra en la importancia de respetar las tierras indígenas y las demarcaciones territoriales. En este sentido, exigen no sólo la protección efectiva de sus tierras sino también el fin de las leyes que legitiman proyectos extractivistas en tierras indígenas, promulgados por una legislatura federal de mayoría conservadora. “Con sabiduría ancestral, articulación política y coraje histórico, el movimiento indígena muestra al mundo que no hay salida a la crisis climática sin la demarcación de las tierras indígenas”, afirmaron en la carta del APIB.

Foto: Natalia Ramirez.

Entre música y cantos, bailes y vestimentas originarias repletas de colores, demostraron la gran presencia que tienen los pueblos del amazonas y la importancia de la resistencia colectiva. 

Uno de los hechos más relevantes de la ATL 2025 fue el lanzamiento de la Comisión  Internacional Indígena para la COP-30 (Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático), la cuál tendrá lugar en noviembre de este año en su 30° edición, en la ciudad de Belém, Brasil, en el corazón de la selva amazónica. De acuerdo a la Carta Oficial, esta comisión significa el “reconocimiento de un movimiento que hace siglos que resiste, que es la contribución indígena para el equilibrio de la Tierra”. Más que un espacio institucional, esta es una conquista histórica de los propios pueblos indígenas que hace años reclaman por un mayor reconocimiento y espacios de participación efectiva en las cumbres mundiales.

Formada por organizaciones indígenas representativas de diferentes regiones del mundo y alianzas globales, la comisión es impulsada con el compromiso de garantizar que “los pueblos indígenas no estén en el margen, sino en el centro del debate climático”.

La comisión es una iniciativa que integrará organizaciones indígenas internacionales y brasileñas bajo la coordinación del Ministerio de los Pueblos Indígenas y con liderazgo de la ministra Sonia Guajajara, quien también presidirá el círculo temático indígena de la cumbre climática.

“Siempre hemos luchado para que los pueblos indígenas estén en el centro de este debate. Y hemos luchado para que los pueblos indígenas sean una parte importante de este debate porque, está demostrado, los territorios indígenas funcionan como una barrera contra el avance de los monocultivos, la minería y el agronegocio”, afirmó la ministra de Pueblos Indígenas, Sonia Guajajara. 

Sonia Guajajara, Ministra de Pueblos Indígenas. Foto: Mre Gaviao. Campamento Tierra Libre 2025

“Las crisis climáticas, ambientales, alimenticias y civilizatorias tienen en nuestros modos de vida, saberes y prácticas tradicionales el camino para la regeneración del planeta”, expresa la Carta del ATL 2025. Los pueblos indígenas habitan los mismos territorios hace miles de años, y no existe pueblo más indicado para hablar de ambiente, de su cuidado y de su futuro. 

En este contexto de crisis, se torna esperanzadora la mirada de la filósofa y antropólogo Deborah Danowski y Viveiros de Castro, quienes afirman que “Hablar del Fin del Mundo es hablar de la necesidad de imaginar, antes que un nuevo mundo en el lugar de este mundo presente nuestro, un nuevo pueblo; el pueblo que falta. Un pueblo que crea en el mundo que deberá crear con lo que le dejamos de mundo”. 

Foto: Mre Gaviao. Campamento Tierra Libre 2025