INTA, INTI Y CONFUSIÓN

Luego de más de un año de recortes, se oficializó el nuevo plan de reestructuración del INTA, mientras que avanza la fusión forzada con INTI y otros organismos. “Están apuntando a que el Instituto desaparezca”, señaló Mario Romero, dirigente del gremio APINTA.

El Instituto de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el Instituto de Tecnología Industrial (INTI) se encuentran en estado de alerta desde hace, por lo menos, un año. Con la asunción del gobierno de Javier Milei, en ambos institutos comenzó la motosierra. En las últimas semanas se avanzó con una nueva etapa de este plan de ajuste, que implica la reestructuración de ambos institutos, lo que podría derivar en la fusión en un nuevo organismo híbrido que los aglutine.

Hace unos meses se conoció la iniciativa del gobierno nacional de fusionar una serie de organismos estatales, entre los que se encontrarían INTA e INTI. Ante la situación, cada vez más crítica, los trabajadores de ambas dependencias se organizaron en conjunto para alertar sobre el riesgo de la destrucción de estos organismos que son claves para el entramado productivo del país desde los años ‘50. Se reclama, principalmente, el cierre de programas (como Pro-Huerta y Cambio Rural) y el cierre de centros regionales, despido de personal y falta negociación de paritarias.

El pasado jueves 24 de abril, trabajadores del INTA y del INTI, acompañados por sus gremios APINTA y ATE, realizaron una concentración frente al edificio central del INTA en la Capital Federal. También lo hicieron durante el 30 de abril en la movilización de la CGT. La policía reprimió, paradójicamente, usando los mismos chalecos antibalas que fueron testeados por el INTI. 

Pero ¿Por qué son importantes estos organismos?

Lo que se desconoce se destruye más fácil 

Ambos Institutos de tecnología fueron creados en tiempos cercanos. El INTA nació en 1956 y el INTI un año después, con los objetivos de fortalecer el desarrollo agrícola e industrial de Argentina a través de investigaciones, innovación tecnológica y vinculación con productores y empresas de todo el país. Su trabajo se potenció durante las últimas dos décadas.

Los dos son organismos públicos descentralizados con autarquía operativa y financiera, y se encuentran bajo la órbita del Ministerio de Economía de la Nación. 

El INTA es un organismo de investigación y extensión agropecuaria. Desarrolla capacidades e impulsa el crecimiento del sector agropecuario, la agroindustria y también el sector de la agricultura familiar y las pequeñas producciones. Su premisa fundante de 1956 manifiesta que su objetivo es “vigorizar y coordinar el desarrollo de la investigación y extensión agropecuaria, y acelerar la tecnificación y el mejoramiento de la empresa agraria y de la vida rural”.

Por otra parte, el INTI cumple funciones primordiales para el desarrollo industrial de pequeñas y medianas empresas nacionales. Sus trabajadores realizan asistencia técnica, fortaleciendo la calidad productiva frente a la competencia internacional. Inciden en 33 áreas diferenciadas de la industria, como por ejemplo, la industria automotriz, textil, la producción de alimentos, biotecnología, minería, energía, entre otras. Además, el INTI realiza certificaciones de productos y servicios, como por ejemplo de los surtidores de la estación de servicio o las balanzas que pesan los cereales que se exportan.  

Claro está que no cumplen las mismas funciones, amén de algunas tareas o áreas en las que puedan tener puntos en común. ¿Por qué hablamos de su fusión entonces?

Últimas medidas


Después de varios intentos, finalmente el martes 29 el Consejo Directivo del INTA obtuvo los votos necesarios para aprobar la reestructuración del organismo. El nuevo plan tiene dos partes: primero un cambio de estructura organizativa y administrativa (cambios en la Dirección nacional, en el manejo de los fondos, de los recursos humanos y de los bienes), y en segundo lugar, un grueso plan de ajuste. 

El ajuste implica concretamente el cierre de 300 agencias de atención de todo el país; la venta de bienes y la puesta en disponibilidad de 1500 trabajadores. Se planea que la planta actual de 6100 trabajadores, se reduzca a 4500 para diciembre de 2025. “Me parece que están apuntando a que el organismo desaparezca”, definió Mario Romero, secretario general de APINTA, Asociación de trabajadores del INTA. 

Por otro lado, desde diciembre del 2023, la planta de trabajadores del INTI se redujo de 3104 a 2379 en marzo de este año, de los cuáles casi 400 dejaron sus empleos por incorporarse al programa de retiros voluntarios.

Además, el gobierno manifestó la intención de fusionar el INTA y el INTI, en un organismo único que se llamaría Instituto Nacional de Convergencia Tecnológica y Desarrollo Estratégico (INCyTDE). También podrían ser parte de esta fusión otros organismos, como la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) o el Instituto Nacional de Semillas (INASE).  

“Si toman esta decisión, están terminando con el INTA, el INTI, la CONAE. Dejarían de ser lo que conocemos hoy y se crearía otro organismo que no sabemos qué misión y función tendría”, asegura Mario Romero en conversación con Desde la Raíz. 

Anteriormente, el Consejo Directivo del INTA ya había discutido la reestructuración, en noviembre y en febrero. De hecho, el anterior presidente, Juan Cruz Molina Hafford, renunció en octubre de 2024 manifestando su discrepancia con el plan de reestructuración. Fue reemplazado por Nicolás Bronzovich, miembro de la Sociedad Rural y de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid). 

Aunque ambos institutos fueron creados por ley y su cierre debería pasar por el Congreso, el gobierno podría utilizar las facultades de la Ley Bases para fusionarlos. Esta noticia circuló por ámbitos científicos y técnicos y se trató en un encuentro entre el ministro de Economía, Luis Caputo, con la Mesa de Enlace del campo.

En este contexto, se espera que mañana, martes 6 de mayo, el vocero presidencial Manuel Adorni anuncie en conferencia de prensa los detalles de esta decisión.